Sunday, September 17, 2006

 

Cuando a las once y media del término de un domingo se les rompe una taza a los trabajadores de rol, aquellos de lunes a sábado y solo fiestas de guardar, da susto. Buscan en el cartón aquella que reemplace a la perdida y entonces descubren que es la tercera rota. Ya no sobran los repuestos y el café sigue granulado en su recipiente, el agua se enfría en la cacerola, las personas pierden el deseo de dormir y se ponen a penar. Ay, mis hijos, aaaay, mis hijos. ¿Hay? Dónde están mis hijos. Señoras (es), ¿saben dónde están sus hijos en este momento? Fueron a la tienda, y deben haberse topado con la vecina. Es temprano todavía, ya han de venir. La luz del poste es amarilla y unos jóvenes se acercan, conversan con cierto entusiasmo. Ahora cuando se entere que se rompió su taza, me va a retar. Déle mijo, no se ponga así por una niñería, las cosas vienen y van, se hacen y se acaban, se disfrutan y se amargan. Constrúyase una coraza, que para eso lo eduqué. Saca al gato a mear, que luego se enferma.

Sentido y responsabilidad

Pero el gato no se murió. Lo contrario a la oración anterior es que con el perdón de Lope de Vega, el michifuz está vivo y coleando. Así, Lope es una especia de padre absolutor, y el gato un bandido redimido y sano. Hay por consecuencia un orador desestimado por otro complacido; queda entonces la curiosidad en el medio y quizá para el resto es: ¡De qué está hablando este crío!, como diría el español.

Hablo de que el gato no se muere, ni aunque le den en la novena, una del padre y el señor nuestro, por meter sus bigotes donde la seguridad era fuerte e impiadosa. Hablo de que los olores fuertes se consumen entre los suaves, y se descompone en orden sucesivo si alguien no se anima a hinchar sus pulmones con aquel ambiguo aroma. "Qué me importa" es el decir fácil, pero sí que importa. Importa que tu oxígeno se convierta en el carbono envenenado que los otros puedan aspirar, importa que el ozono aguante la embestida, hasta que alguien se pregunte qué más hacer. El paso adicional. El olisqueo atrevido del perfume: el quiebre del estop. Smog suena parecido. No me convence la palabra polución.

Mas aquel es solamente uno de los caminos del gato, no quiero hacer de esto el remake postiano de la cinta para la tv, basada en lo de stephen rey. Aunque había en escena una niñita al que dicho animalillo le robaba el aliento mientras dormía. Una vez sorprendí a mi gata en esa misteriosa faena de posar los almohadones de sus patas en mi pecho para juntar su pequeña fauce a mi mediana boca, mientra ella creía que dormía, pero yo no dormía. Obviamente no maté a la gata ni contruí una pared en mi cuarto para tapiarla. Su sospechosa aspiración no me produjo afectos secundarios... hasta donde puedo asegurar.

Quien fuese aire en el carbón. Hay además ruidos: algunos son palabras aprendidas, expresiones completas, instructivas o condenatorias. Lo que se dice Love is in the air y también la fidelidad según los amigos matapasiones de alci acosta. Los trovadores y sus canciones añejas que poco a poco, como rumor fueron mutándose. Agora, sin tilde, sí, ahora, detén la mirada y detecta el ruido. Ráit nau. A qué huele. Próximo sentido.

El pelaje del animal se ha erizado y a mí se me pone la carne de gallina. ¿Cacareo? No, qué ridiculez, para expresarnos está la lengua, las cuerdas, la voluntad y en ciertos casos el intelecto, que suele estar embelesado con la prudencia y el silencio. Dear prudence, aciertas, tu nombre es únicamente una coincidencia irónica. No trates de darle un sentido a tu nombre, a tu especia, a tu gen. Sabías que las frases negativas son una orden inconciente que trata de asegurarse de que falles para poder reprochártelo. Los sentidos dicen sí, la educación dice que no. Los pueblos educados y trabajadores son los que progresan: la percepción es el reconocimiento de las sensaciones. Lo siento.

Lo siento, el mundo es maravilloso, por eso armstrong es negro y benigni bailotea para su hijo antes de la ráfaga más dura del viento.

Friday, September 15, 2006

 

No es bueno ser perezoso, residentes de la capital del pecado universal, por si fuera poco empeñarse en tener aquella ciudadanía, debe añadirse que es un pecado un poco aburrido. No se ven los zoológicos llenos por ver cómo el perezoso se confunde entre las ramas, duele el cuello y da poca satisfacción, pase por favor a las jaulas de los monos, esos hasta le hacen el ademán de michael jackson sin ululaciones. O vaya a la de los osos, donde igual el entrentendimiento será frustrante, aunque observar seres peludos y enormes suele causar mayor excitación. Miren como hacen cola los ciudadanos, pareciera que fuesen a votar, pero no, están allí haciendo el oso y se abrazan como hermanos. Mas, el asunto de hoy no tiene que ver con la capital, ni la iglesia, y veo a desmond morris alzar la mano, pero no le haré caso. Hey galo, gracias por leer, al césar lo que es del césar, tu blog es semejante a un portaviones. 1, 2, 3, despegue.

A LA REJA!!!!

dedicado a la memoria del pana enver, cuyo renacer en las haciendas de bucay, sin duda dará frutos o por lo menos terneros.

Es inocente pero igual va preso, y da la casualidad de que leopoldo fernández pirateaba sus dvd´s a un costado de la bahía de cochinos, no entiendo el esmero por amontonar las fundas negras antes de que pase el recolector. No lo entiendo, pero hiede y si me da cólera también herirá. Pero la epidemia pasó, la peste la hizo camus, y el shampú de camonila aplicado durante la ducha me hace olvidar, al rato pasará el recolector, con su maquinaria con su gente, no escarbará entre los montones, eso lo ejecutan otros, los independientes, ellos solo recogen con prisa y meten todo para adentro, pa´ la reja. Desde hace unas semanas, casi un mes, a ese muchacho no le salió el poema, lamento hablar de esos casos, y sé que lo llena de verguenza, entre los montones, habían restos de sus letras de cambio, se había prometido abandonar los versos libres y practicar unas liras, pero la moneda italiana hace rato que no es esa. Y él que se pensaba ir allá, porque acá no se siente a gusto. Hiele su orgullo, póngaselo al vaso y hágala helada. Tráguese el aroma. No sale el chingo poema libre, así que váyase a practicar romances, pero haga algo con su vida. Decía aquel: El sueño que me quiebra/ ya no será el camino del manto despreciado/ y pálidos los salvajes/ que se abjuren por cuotas a quince años plazo, que se abjuren y desprecien. Pero mala suerte o quizá sabiduría cósmica, el muchacho tiene cierta dosis de lectura y para pasar el trance digestivo, se encierra en gangotena, de alfredo hablo, y llega a ese pedazo en que el poeta dice: El sueño que me alarga/ Ya no será sino un manto de vidrio/ arrojado al desprecio,/ en torno de mi palidez./ Abjuro de mi destino, los salvajes me han oscurecido la razón./ Derrotado, el muchacho se vuelve a derrotar, y eso que nunca se echó a traducir el movimiento beatnik, pero igual suma derrotas que es parecido a derroteros, y haciendo memoria, recuerda que al poeta lo léyó no hace poco, y su poema alguna vez gustado, lo había olvidado y sentándose a escribir, lo único que escribió fue su copia, con otras palabras, pero su copia, y como el muchacho no tiene derecho a disputarle mérito ni originalidades a gangotena, pues arruga el poema impreso, y lo echa al tacho y del tacho vaya ud a saber qué recicladora hará chamba. No sirvo para esto, soy un copista, ¿una copita? No qué horas son estas de tomar, digo un copista, los que transcriben. Eso soy, dice el muchacho e intenta, como ya dijimos una lira, pero no le sale música a la condenada. A la reja!!!! A ver, de pronto mi poema es válido aunque se parezca mucho al de gangotena (porque el resto seguía muy similar, según se lamentaba otro día, aceptando ahora sí la copita... es que ya era hora. ¿Qué, era abstemio? No, hombre, eran las 9 pm). Quizá el entrelineado diga algo que el de alfredo no diga. No me vayan a malinterpretar pero aunque me gustó, no lo quiero homenajear. Quizá el entrelineado diga algo, repite, y se pone a analizar los espacios en blanco. Es tedioso, de pronto le alcanza una sonrisa y el puntito que sale rojo en las fotos, brilla. Pero al rato el racionamiento lo vence y volvemos al montón de los recolectores. Quizá haya que dedicarse al romance. Es más fácil. Error, muchacho, no es más fácil. Rima que te rima, y mejor te pones a escuchar a dr dre, pero yo prefiero a eminen, me da igual que te guste la colección, el romance no es fácil, ni el soneto ni la cuartilla ni el arroz con leche me quiero casar, si no eres poeta no eres poeta y ya. Ponte el dvd, que ahora preparo canguil. No entiendo, mi vida es poesía pura, luego lo que escribo es pura poesía. Error. Dónde guardas el aceite de oliva, el italiano que te mandaron. No entiendo, llevo leidos la mitad de los estantes y tengo un cerro al que le tengo ganas, solo es tiempo el que me falta. Pero de qué sirve, lo único que hago es imitar el verso de gangotena. Error. A que él también tiene un montón de versos que no fueron de él y no se hizo lío, pero yo no sé de esas cosas, no sé a que te lamentas conmigo, ve y busca a alguno de tus amigotes de esa onda, no me digas que ya te peleaste con todos. No sirvo para esto y tú no eres Max Brod. ¿Mad Max? Max Brod, el que no le hizo caso a kafka cuando le pidió que incinere su escritos si él moría. Max los recogió y kafka es kafkiano, destino obligado de tod... ¿Y quién es kafka, hijuedelagrandiosa? De qué estás hablando. Un tipo depre, no creo que lo conozcas, tenía los ojos muy abiertos, eternamente con expresión de asombro y al hablar parecía iluminarse con una llama de humor más perversa que irónica, y además miraba como si hubiera sabido algo ignorado por el resto de la gente. Y eso, ¿te lo aprendiste de memoria? Sí, de los clásicos Ariel, el 92. Mira yo no soy ese Max que dices. ¿Qué tengo que hacer para que veamos el puto dvd? Llévate mis papeles. ¿Estos? Y estos también. Espera, acá tengo otros. Tú no eres kafka, oe, pero has escrito bastante, deja traer una funda de la cocina. Había en la vieja revista Sputnik una caricatura, años de la guerra fría, protagonistas un gato mansomenso y un ratón odioso como cruel. El gato, su nombre era Leopoldo y los niños rusos lo adoraban, terminaba cada historieta con la frase: "muchachos, seamos todos amigos". Este post no es su satélite, la frase final viene en un instante, lamentablemente es ilegible, que no es lo mismo que impublicable. Oh, muchacho, no eres kafka.

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