Sunday, October 29, 2006

 
Del retorno a la media luna

Tengo la edad visible
Cada vez que un tazón
Marca mi garganta
Escurro mi presente
Antes
La ordenanza de soldar este alambrado
Después
Donación de un candado al animal
(Los valores absolutos se ponen la corona)

Subestimado, inmutable, sobrevaluado
Categorías van, sin categoría regresan
La risa en la broma errada
Que por aliarse al circuito
Provocan que se agite
Un calendario por el espiral
Y si no han probado carcajada fiel,
¿Los temores absolutos abrillantan su bozal?

Interpreto el mutis de la descomplicada
Choca de frente contra mi apatía
No he venido a pedirte
Aquel séptimo arte de tomar nota
Supresión de caracteres
Oye, al permitirte aprender de uno
Ya lo has tenido
Ahora corresponde un lugar
Como en el vientre, donde la pluma acaricie su origen

Los temores absolutos se me van de guillotina

Tras un redoble que antecede a mi alabanza
Aquí la entrego
(Valores relativos, ni se acerquen)
¿Son renacuajos, príncipes o semillas de maracuyá?
El aire sin emitir algún dictamen, ingresa

Cuánto vacío contendrá lo húmedo, señor estrella
Cuánto fruto del humor fugaz.

Tuesday, October 24, 2006

 


Oxígeno de pie
Climático el sendero
Frotó la extremidad
Echó al horno las patatas
Trazo señas con carbón

Entre los maderos de mi frialdad
Deambula un psicópata
Acechando a un neurótico
Que brama como buey a su pareja
¿Quién se ha marchado por el atajo rocalloso?
Quién, huyendo del reproche y los juegos de la voluntad

Significa un esguince del tobillo
Con la venda engarzada en su espina
Hija de una bendita esperanza
La ruta que los unió
La nieve ha borrado del mapa
Y aunque en la tórrida no nieve
El calentamiento de la tierra
Ha colocado a prueba su confianza

Esta psiquis que pretende saberla a diario
La adivina, corteja y emula
Se sofoca sobre la denuncia
Estrella contra el anular
Que le ha contado, animoso
La manera en que estará presente
Para no dejarla caer

Como arena recién mojada de la playa
Agua salina y espalda de brillos
Una baraja sobre otra
Promesa de rodante sutileza
Mas el biotipo, patín rayado
Porque aquí no ha pasado, por decir nada
Con estilo, mariposa y yegua, la atrapé
En su esencia de juego extremo
Llegar a sano y salvo a la meta

¿Pero sanar y salvar?
Corresponde al héroe que te liquide
Retornar a las honduras del incendio forestal
Y sobre la ceniza colocar tu frente vaporosa

Y si reforzaras al ozono con cristales
Continuaría en el espejo, por qué la duda
El sendero único de mi piedad
Se descifra en una masa de aire fresco
Y mi pie está hinchado, chiquillo,
Cortándose en la cuerda de tu respiración.



Saturday, October 21, 2006

 
Su hábito de encarar

Te aviso: la federación y uno de los míos preferimos que consigas rasguños,
imberbe. Acatar uno que otro comercial no te hará tanto daño.
Pero si te permito atravesar mi cortina y me fijo
en tu punto dilatado, con la sangre en dirección y la consecuencia,
será porque insististe, cedí, propasamos.
(De los linderos de la hoja y el afeite)


Recordarás la graduación
En que abandonaste el café
Y las apuestas sencillas
Adquirieron grado de mareo
Sobre las heridas sollozantes
Que endurecieron tu piel como las penas
Y el código dedicado al menor
De los intentos, se frustró a menudo

Había otra solución, batiéndose
Entre las cosquillas, la vergüenza, el descaro
Así, era del placebo, un mancebo bobo
Cutre y voraz, fuchi e indoloro
Que el discovery en su cuerpo desplegaba
Un diminuto reflejo de vanidad creciente
Como línea que anhela un margen
Y detiene aquí
En la frontera donde mozalbetes
Tientan cruzar el puño, pero no
Hasta que manejes a doble mano
La peripecia de usar la boca
Por decir lo que no llegas a ejercer

Otro curioso modo de exponer
Acabó mezclado en el flujo
Y lo abrazaste, a duras penas como goces,
Antes de marchar
Observaron con inquina y deleite,
El don seminal, así de plano
Te quebraste la aurícula y aorta
En la experiencia de otra experiencia,
Adición de expedientes
Y tras convertirse en exclamación,
Un ‹‹vete al infierno›› desaforado
Explica cómo un fonema repetido incomoda
Si no tiene el extenso mar
Humedad mayor que una simple gota.

Fallo de circulación
En los tiempos de uso y desuso
Encontraste un sistema de acomodo
En un cartón bajo la cama
Y vaciaste kilos de certeza
‹‹Partiéndote para ser alguien››
Pero cierto mediodía, como las cucarachas
En la fábrica de un oficio, te mostraron las antenas
Llegaste a casa, sorprendido, te forraste de café
Y resolviste conversar con ellas
Con disciplina y deporte
Cepillándote más veces
En privado, cierren puertas y ventanas
Humano acepta ser humano

Cabe en una pausa
Aunque ya formaban parte tuya
O tú de ellas, te valiste
De los nuevos incisos
y demás efectos personales
Para hacer de tu género el atractivo
Contrario a lo que pensabas
Estás buenísimo
No lo podías creer tan fácilmente
Quien despotrique contra la crudeza
Que se calle, estás riquísimo
Que hasta dan ganas de burlarse
De gritarte ‹‹chuleta›› por la calle
De la famosa amargura pavimentada
Cuando te decían pare, y tú detenías
Ahora prefieres verte recorrer
La velocidad del planeta

Y acaso entiendes tu estadía
Junto a un ramal de grises
Que aunque suene como alga
Y sepa como semejante, nutre
Hasta a las patillas que merodeaban
Tus cubiertos, tus formas evacuadas
El espíritu, incluso en lo acuoso
derramado por montones de caliches
Te siente nervudo y resistente
Aunque el cartón advierta: frágil
Qué importa, que se rompan
Las tazas, y cada quién sepa proseguir
Porque has desarrollado y toca demoler al resto
hasta verlos disolver por sus propias tuberías

Complacer, avasallado por esta sinrazón
Ajena al sexo, que no es locura, que ni es amor
Va el ritmo apremiándote los límites
El siglo siguiendo, el año pasado, la semana afín
Al día siguiente, a la hora que llega, en este segundo
Y no te cuento las décimas que rebajamos
En la sala de masajes, la crónica del día
La indigencia por acabar

Pero qué son las palabras
Ellas no ven lo que tú, no les niegan el crédito
Ni reciben tampoco al ave de los cuentos
Qué sabe un vejete chino, árabe, normando,
Judío, hindú, mestizo, afro
Y lacio el rizo de cualquier estado
Qué conoce de mí en este momento

Su hábito de encarar le provoca abrir las fauces
Devorar al mundo y al inmundo, venga en combo
Afróntelo, no es como pensó que sería, ni va en serie
La cosa turbia es que un billete conduce
A la siguiente estación
Y en cada una el bloque residente, el otro pasajero
Un hilo conductor que te hala hacia el nudismo

Es aquí donde comprendo que hablo de otra cuestión.

Tuesday, October 17, 2006

 
"isimo, isimo, isimo" en una linea mascullante, alvaro campos estaba por culminar su cansancio; en la siguiente persona, esa misma línea no paró de gritar y gritar. Duele la cabeza. Too much love will kill you, me cantó mercury abn mercury pegado al oído, isimo, isimo, isimo, no hay otra forma.


Mañana será otro día

En cinco cuadras


Como decía la abuela
Abriendo y cerrando el empaque
Tic tac, dos pildoritas para cada uno
A cambio
En eso quedaron

Como decías abuela
Empaque de aberturas y estrechas
Toc tok, el guacho que te marca
El cambio
Te quedaste

Como me dijo guacho
Y qué hay en el empaque
Tric, trac, le rompiste la caja
Cambiaste
Un quedo, un dejo sutil

Como decirte que la guacharita
Le usurpó el paquete
Tuco, tú, el molde enorme
Qué cambio
Te queda luego y no asiste

Como me digo abuela
Heredo los fardos
Take, teik, toma, entiendo
No hay cambio
A ver, déme de una vez la tableta para el niño.


Doce columnas a la redonda


Le llamaron gordita
El universo no te bastará
El mundo, el hoy
El comercio, el planeta
El abc, el hocicón
El vulgo que exclama
Golosa, no te bastará

Y alterada la figura
Usó pantalón a la cadera
Manó leche de cebada
Refinada, ebria criatura
Qué coqueta la mirada
Que oculta y qué social
Es que no te aturde
Acaparar los titulares
Y la banca de cumplidos
Copada no basta

Pero era mentira que transabas
Te salía natural
No fue planeado lo que pusiste
¿Repaso de naturaleza?
Esta columna se derruía
Y era tan cierto que no mentiste

Ahora no te llamarán gordita
No sé que tiene que ver el peso
La moneda tubo bajo, al rodar y subir
Según la maniobra y el ejercicio fiscal

Los términos, lo de menos
Tú te has fijado y el otro no
A uno lo han convencido
El siguiente se ha despabilado

Estrictamente, ningún gobierno mató jamás a nadie
Pero el nadie tampoco ha matado aún a su gobierno

Toca

Es su turno, pequeña anarquista
Pequeña comerciante, pequeña de ideas varias
Y al decir pequeña incluyo también al pequeño
Que nació de sus entrañas y ha crecido
Y aparece en la tele y gerencia una que otra emisora
Pequeño democrático, pequeño visceral
Pequeño parlante de opinión pluralista
Pequeñas y pequeños todos
Las banderas están en la lavandería
Se agriaron en el chiste, por decirlo
De algún modo y romper la tensión
Que han hallado indicios de vida en la Tierra
Según la agencia, viven pequeñas bacterias

Yo en los fósiles he podido observar
La clave de una supervivencia humana
Pero existen otros millones
-Dicen que han muerto cien mil millones
Desde el inicio de los días-
Con la tendencia a creer sus escrituras
Aunque sea en paredes neardenthales
De Mileto o algún distinto raciocinio

Y vendrán a repetirte hasta el fastidio
Has engordado, flaca
No eres la misma
Tú, quien pasabas corriendo
Y no te detenías a menos que fuese
Un escándalo, risotada y media
O esa maravilla que te complete.

Wednesday, October 11, 2006

 
(EL FLAMANTE REGALADO)


LA PRESENCIA DEL OÍDO
Un color que semejante al carmesí
Pintó dentro de mí con un crayón
My friend, una ruta inesperada
Fue destello y también rocío
Forastero que acertó un hogar
Sobre esta hoja de romería
Y tanto cautivó el panorama
la calma y hasta la paciencia
que hay que tener para amparar
Que halló consuelo y aventura
en su verbo candela, sagitario
que apunta directo al escarlata
y ruge como felino techado
condenadamente
porque sí y porque no
nuestra ternura.

dON jUAN pASCAL y cRICK


Hacer un ocho es igualar, cavar dos hoyos, liar sogas y ensortijarse. Es voltear el alfa, colocar al omega de sombrero. Visita de agosto, en un domingo despistado; es juntar tus ocupaciones del brassiere y apretar mi médula grisácea hasta el cese de lucubraciones, ocho con simpleza que suelta mi descendencia en la cerámica, y por si las aladas se marfilan, en recovecos donde inventábamos fértiles numeritos de salón.

Hacer el nueve. El uno y el demás, junto a los quehaceres.

 

(EL TRAPO VIEJO)
No se ponen cueros nuevos en odres gastados, pero necesitaba uno vetusto para este rito postual. Se derrama por la mesa, hace tinta en la baldosa, le echarán la culpa a alguien. Limpie, no borronee.


Horas de oficina

Le han dicho mil veces que se fije al cruzar la calle. A los tres lados tiene que mirar: A la izquierda, para ver si se han detenido todos o marchan lejos; a la derer, porque nunca falta un loco asesino. Libres ambas vías, marcar entonces sí el ritmo hacia delante, saber que nos alumbra el muñequito verde -si acaso han instalado uno en esa esquina- y mientras se acorta el asfalto en el cruce, evitar esa manía de chocar humanidades, así sea una inquietante señorita la que nos haga bailar un chachachá en pleno paso cebra. Eso es lo que nos repiten, pero este cojudiablo que funge de mi amigo, se voltea al primer trasero redondeado, y una moto le tropieza, acaba con su pie varo, y una camioneta bufante, aun frenando a raya, le trastorna de la espalda a la rodilla, encargándose el pavimento de la próxima rotura, mientras el muñequito se pinta de entero rojo y su mano acerca y detiene, no sé si de vergüenza o de la pura rabia que nos hace dar este inconsciente.
Yo quiero ir al trabajo. Mas en este punto ir al hospital es prioritario. Si alguien avisa a mamá que lo haga pronto, que para números no estoy, que venga a vernos, que me empiezan a arder las costillas de verlo ahí tirado al tonto irresponsable, ¡cuántas veces diciéndole lo mismo!: cuando sea al trabajo, vaya directo y concentrado, porque ya la próxima lo echan. Un patazo place darle al hijo cabro éste, place abrazarlo allí en su pequeño charco. La gente que me auxilia titubea entre llevarlo a la vereda o no. Un señor neceaba en la maniobra, afirmaba estar inmovilizándole el cuello. Entonces sonó la ambulancia.
Al tercer día en el hospital, un doctor se atrevió a decirnos que podría perder el movimiento de las piernas. Por un momento repartimos la inmovilidad entre los presentes en la habitación. La novedad tuvo minutos que le siguieron a rastras, una constató los vanos sacudones de el encamado; él pidió unas muletas, me largué, creo que gritó, y creo también que metimos las voces en un palo seco y pulido, hasta que se calmó y golpearon por un instante sus ansias de ver la fantasía. Yo, compartiendo el sueño, traté de acomodar mi cansancio, no pude, pensamientos bamboleaban cuanto yo pensaba, todo volteaba mi espiración: Él colocaba su frazada por encima de su cabeza y huía de la luz por las ventanas. Lo que él pensaba, yo lo sabía exactamente. Claro, es ahora que el tipo anhela estar en su oficina. ¡Yo también quiero estar en la oficina! Desperté. En el trabajo quisiera estar abriendo cajones, guardando información, y no aquí, sabiendo que a donde él me arrastre yo seré su empuje. La compañía anónima y limitada.
Odiará acostumbrarse a la silla de ruedas. No sé por qué le informaron, ¡quizá esto aún no sea inminente! Ah, si conozco las astillas destruyen su cabeza, que preferiría quebrarse mejor todos los huesos en vez de andar a empujones como si la camioneta y el lodo se hubiesen confabulado para perdernos en el tiempo, se nos acabe el feriado al que asistimos, y, aún atascados, pedir a las células una grúa, si es que hay algún tejido libre, si es que uno de sus empleados musculosos o huesudos tendrán la paciencia de ir a nuestro charco a sacarnos del atasque.
Yo quiero ir al trabajo, pero este ofuscado mira a la ventana de nuestro cuarto piso; si tuviera él fuerza en las piernas no le costaría arrojarse de vuelta al pavimento y zafar con el asunto; pero si tuviera fuerzas en las piernas se fuera caminando ya, con el yeso bien firmado, contento de no ir al trabajo estos días y alargando la licencia, además de mimado, guiñándole las faldas a cualquier semidoctora que pasase; pero como no tiene fuerzas en las piernas regresa a observar la dimensión de la ventana; y como sigue sin sentir las fuerzas, aunque puja y puja, no podrá ni asomarse a calcular donde romperse de una vez la memoria.
Y me alegro, porque una vez enterrados, lo reconozco capaz de inventarse una cojera en mi camino al paraíso; y mientras yo me quedo absorto en su pasito, hasta atinar clamar a los truenos: ¡Camina, puede caminar! ¡Bendita sea!, él seguramente aprovecharía mi descuido y se dirige a los infiernos, pensando quizá hallar mejores traseros.
Y otra vez seguirlo, irremediablemente.
En estos momentos, nos inyectan una solución que asegure nuestro sueño. No era necesaria, yo le arrullaba los cabellos y surtía mi efecto.
Dspertamos y quiere decir que pudimos dormir. De la mano de alguien, el diagnóstico ingresa por la puerta. Mamá tiene un rostro impenetrable, los médicos también. Entonces él nota las mil veces que le he dicho lo mismo y opta por la desobediencia una vez más y me pide con la mayor desfachatez que vuelva a la oficina y yo le hago caso, puntualmente, hago caso, doblo las esquinas, hasta doblo cisnes y barcos en mi receso.

 
Uno prestado, uno viejo y otro flamante regalado, viejo de porra, si no fuera por tu lana de borrego. Lana, guita, billuzo, money, qué no entiendes viejo, di I Do, como te enseñé, es difícil mantener esta expresión inconfortable al ras. Dame una cuchara, que abrirás la boca, viejo desgañite. Mira tu avioncito. I do, i do, i do.

(EL PRESTADO)

tomado de un tomo de cuentos jasídicos, escritos en su mayoría por Baal Shem Tov
(...)
Contar una historia como un acto religioso.- Y lo que ocurre es más:
el estilo, a veces críptico, ocasionalmente sorprendente, casi siempre
práctico de los relatos jasídicos, impregna, como el de ciertas historias
orientales, la literatura de varios idiomas, incluyendo la de Jorge Luis
Borges, que no dejó de ocuparse del movimiento. Ocurre además, que las
historias jasídicas constituyen un caso único:
(...)

UNA PREGUNTA IMPORTANTE
En cierta ocasión rabí Suzía se mostró a sus discípulos con los ojos enrojecidos de tanto llorar, y el rostro pálido y angustiado.
El rabí respondió:
Los discípulos se miraron entre sí, desconcertados. Al fin, uno dijo:

Rabí Suzía elevó sus ojos al cielo.

Sus seguidores insistieron:

Rabi Suzía suspiró.

Uno de los seguidores de rabí Suzía, apenado, se le acercó, y posando sus manos sobre los hombros del rabí, le miró fijamente, y le preguntó:


 
Octubre

Sunday bloody sunday es a U2 lo que november rain a Guns n roses. No hay base científica para ello, solo un juego de palabras para calentar el post, es suena más lógico poner with or without you en la ecuación, pero ya digo, es solo para calentar los dedos.
1. Welcome to the jungle=Back in Black - Wild Thing.
2. Cucurrucucú paloma/La gota fría = (Se me olvidó otra vez (Que se mueran los feos+ Me vale, vale, vale, me vale todo + Mujeres divinas)
3. Paranoid android al cubo= raíz de all the young dudes x how deep is your love + un tercio de kashmir

Listo, a la materia

No he podido postear, le llaman frustración, falar caidiño de una noche de verano. No puedo postear, no me dio la gana. No puedo postear, me da la gana pero me aburre un quinto. No puedo postear, hace casi un mes que no reviso al varas, a la buseta, las iguanas, ni siquiera le doy una de refilón a galo panoramix ni a la mira (da) bella o mi cuentera luna, solo por mencionar algunos locales que revisaba a diario. Es más, no he leido ni por asomo al mejor blog que hay en la faz de la inmemorial tierra virtual: El de cristina pereira, ese es, señores y señoritas, señoras, itos, niños, jóvenes y adultos, el de esa mujer es un blog. Búsquenlo, si son acuciosos, no hay pierde.

Sí puedo postear, no necesito red bull, pati paté; sí puedo postear, le llaman USA sobre el mundo; revuelvo a postear, candidato a diputá.

Octubre es un mes especial, guayaquil dice ser independiente, hay salón pictórico, elecciones por hacer (votaré por correa, Tina, yo sé que tú le vas a cinthya y quizá a proaño maya, no creas que no me costará marcar la papeleta, pero no creo en el nulo.).
En octubre hay seres hermosos que añaden un año a sus arcas experimentales, en especial un trío. Te quiero, oye, y me muero de las ganas como canción pegajosa de tipear y encarar tu nombre aquí, pero bah, recupero la compostura y permaneces invisible, además luego te enojas y eso es cosa seria. Listo, ya está. Nadie se enteró y ya te veo enojada. Por alguna razón extraña me encanta tentar tu rabia. Listo: ya no estás enojada. No puedes, es imposible enojarse conmigo, es octubre. Y yo vuelvo a postear para que esta cosa funcione.

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