Sunday, April 01, 2007

 

vini, vide y vicente


Con sueño y mucho. Los días seguidos de amanecidas me tuvieron todo el mes anterior adormilado. Ayer estuvo bien el lugar, la terraza de la casa de la mujer que ya no será mía (mía, como expresión común a falta de otra -ausencia de ideas, producto del sueño- así que no estoy poniendo títulos de propiedad sobre nadie). El astro hueso lleno y mi amiga de a-lado acordándose de las leyendas sobre la capacidad lunática de volvernos salvajes. Mi charla estuvo escasa, y debo decir que Juventud, el amor platónico de my friend, quien estuvo a mi izquierda, es un muchachito de temas interesantes. Demonches, me decía yo mismo, ese peladito ni lleva 17 y ya dice haber recorrido casi todo el país y empeña lo que sea si hay chance de ir a argentina, y lo dice con ese tono medio alterado, no necesariamente gaucho, sino de alguien a quien cuando se le preguntó, afirmó ser ciudadano del mundo, demonches, decía una voz dentro mío: ese muchacho tiene más ideas que yo, vejancón fantasioso. Al frente, se había instalado el jeque ferny, ya con su botella de tequila terminada, por eso es que no llevó carro, porque su intención era batirse a duelo alcohólico con my friend, pero ella rehusó y a las cuatro, con la excusa de bajar a ver los limones my friend se quedó conversándo en la mesa con el hermano mudo de la muda, que es amiga de la que ya no será mía. Cuando bajé a verlos, mezcla de de celos y excusa para iniciar retirada e irme a mi colchón, me quedé un rato parado entre ambos, sentados, y recibí una mirada barajadora. Sí, sal de aquí, la cocina. Al despedirnos, en la escalera, le repetí el abrazo, yo no la había pasado tan bien, mezcla esta vez, del tequila el vodka universitario y la cerveza, de la jornada anterior, y el tequila, el gin y la cola de la noche en mención, con el aditamento de celebrar un cumpleaños donde yo no podía mostrarme afectado por haber terminado con la última ilusión de la mujer que ya no será mía, sin títulos de propiedad, pero tampoco quería mostrarme perfecto ni iluminador. Tuve chispas, parecía que arrancaba y que podría llegar a comerme la madrugada, y si tan solo hubiese habido disposición para echar danzas entre los asistentes, pues entonces allí sí, no me detenía nadie y ahora estaría terriblemente más cansado, y para qué negarlo, reconfortado: dos buenas noches seguidas. Mas, la música no levantó a nadie y solo dependía de mi labia, y damas y caballeros, bien sabemos que ese es territorio ambiguo para mí, bien puedo ser magnífico, como bien puedo ser un mueble raído. Hay algo en mi interior que me impide quitarle el protagonismo a quien parece urgirle. Y opté por el bajo perfil. Sí, otra vez, el bajo perfil. Y luego el achicopalamiento, la gota frente al sol. Revisando antes de dormir la fotos de la noche, me dije: vicente, pero si saliste tan bien, mírate aquí, si pareces un hombre divertido, y en esta otra un chico interesante, e incluso acá uno de ideas, ¿por qué te haces tantas veces lo mismo? Por qué te niegas a tener peso, por qué te niegas a ser cuando estás rodeado y sin salida. Las cucarachas y los gatos, entre otras especies, cuando están panza arriba, mueven las patas que dan gusto en la defensa. Tú sonríes misteriosamente cuando la muerte social se te abalanza y te transparenta. ¿Será que sabes algo que el resto de las personas no? Porque en serio, no siempre te entiendo y por mucho que en la poesía no haga falta entender lo que quiso decir tal y cual, sino solo dejarse llevar por su ritmo, insinuación, el espacio inexplicable, pues, amigo mío, consíguete un parlatario aunque sea, e instálalo en tu cuerpo de emergencias, porque la palabra que tanto te inquieta y fascina, sigue mandando informes y proyectos para que le abras la puerta del coliseo y venga una ambulancia a llevarse a los caídos y pisoteados, y entonces salgan pero ya los ilesos, tienen que regresar a su hogar, a su calle, a su punto. Los dedos algún día se te sublevarán.

Fuera de esto, sigues siendo mi favorito, take care of you y procura dormir más en abril, que ya no tienes tantos aniversarios y procura tener menos excusas, procura con locura, ni tengo que decírtelo ripio mediante, pero igual. A propósito, el libro. A propósito que no tiene nada que ver con el anterior, terminé el de la ceguera. Empieza la semana resucitoria y el de un ateo me resultó el de mayor ímpetu. Cosas curiosas como el agite de los ramos y otras alertas en roma. Y tampoco tiene que ver, pero me acabo de poner de un estupendo humor. :)

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