Wednesday, February 28, 2007
Perdió el equipo y este febrero no fue bisiesto como creí hasta la mañana
Bisiesto no es una siesta bisexual, ni una siesta macha entre dos. El día 29 de febrero, aquel en que no hubiese querido nacer, en compañía del 1ro de enero ni las últimas dos semanas de diciembre, este año no será, y quizá porque aún el 2007 reloaded que me prometí aún no se pone bien los pupos y pone pierna fuerte en la cancha, es que me figuré que lo tendríamos bisiesto. Pero es un día menos de lo esperado, otro plan cancelado más.
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Aviso: Cumplieron años dos panas el 28. El viernes la festejaremos a Mirla, y según me han anunciado yo deberé bailarles la matraca, no tengo idea de qué vaya el ritmo, pero sin duda improvisaré, no esperen que me quede quieto en la pista, eso no va conmigo. No ahí.
Aviso: Cumplieron años dos panas el 28. El viernes la festejaremos a Mirla, y según me han anunciado yo deberé bailarles la matraca, no tengo idea de qué vaya el ritmo, pero sin duda improvisaré, no esperen que me quede quieto en la pista, eso no va conmigo. No ahí.
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Ahora estoy quieto. El campeón del mundo acaba de insertarle a mi equipo tres sendos goles de distancia (sendos??? no sé cuál sea la característica particular que haga a un gol ser sendo, pero suena bien, para narrar jugadas no hay que analizarlo mucho, ni hacer la pausa, ni avergonzarse si en plan de defender una descripción la lengua manda un tiro desviado a la popular).
Ahora estoy quieto. El campeón del mundo acaba de insertarle a mi equipo tres sendos goles de distancia (sendos??? no sé cuál sea la característica particular que haga a un gol ser sendo, pero suena bien, para narrar jugadas no hay que analizarlo mucho, ni hacer la pausa, ni avergonzarse si en plan de defender una descripción la lengua manda un tiro desviado a la popular).
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SemiBreve recapitulación: en el 2006, al principio de la temporada, mi equipo estaba públicamente condenado a bajar de categoría, los jugadores eran demasiados verdes (no hablo de dinero), un par de argentinos refuerzos de incertidumbre; mientras que el arquero gaucho -que suele gustarle a algunas amigas aunque no las encandila tanto, quizá porque tiene rostro de mártir-, tenía que comandar una defensa que, aunque vigorosa, tiene la manía de tratar de cortar los ataques demasiado arriba de la cancha, y usualmente permiten tantas opciones de gol como canastas aparecen en cada cuento de caperucita. A más de eso, entre los refuerzos nacionales constaba un díscolo farrero que venía del equipo rival, y pare de contar con la ayuda.
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Y si bien no es una montaña tan elevada encumbrarse en el campeonato local, difícilmente se creía mucho en ese equipo, y ese equipo después de perder unos cuantos encuentros y confirmar las sospechas, comenzó a necesitar menos oxígeno de tanque que el resto y con un poco de empeño y técnica inusitada, estuvo tantito así, en palabras de maxwell smart, de llevarse el título de campeón. Pero clasificamos al torneo continental y todos contentos. Mas, como mi equipo sigue siendo mi equipo, para este año, el presidente desistió de endeudarse; la mitad de los mejores jugadores se marcharon; los sorpresivos extranjeros, quienes juraron querer a la institución más que nada en sus cortos años de vida profesional, se hicieron profesionales y prefirieron aceptar otras opciones; y el díscolo muchacho, que fue bastante útil, fue a besar de nuevo la camiseta de nuestro equipo rival. Y vinieron en su reemplazo, una camada de durmientes, jóvenes empeñosos sin duda, que lamentablemente tienen almohadas en lugar de piernas.
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:::Pero no quiero ponerme a desplumar a nadie, así suele ser mi equipo, y ahora vencidos con la media canasta y presunta eliminación, sigo blue porque uno se empeña, así a manera de refuerzo, en creer que las aficiones adquiridas, se llevarán nuestro lienzo en blanco y pintarán de ese eléctrico color las más torrentes emociones y recuerdos que llenan la vida de cada cual, uno en serio -incluso sin tomárselo tan en serio- quiere ver triunfar a ese grupo que uno alienta y sentir que uno triunfó junto a ellos, que esa piel negra o acanelada es también la mía y ese tobilllo hinchado un orgullo. Pero el equipo pierde, y estoy ardido, así lo digo solemnemente, por un hecho trivial y vano de la existencia humana estoy ardido, por qué chingo no me dejas creer que los mejores no siempre ganan, equipo mío. Por qué eres tan humano y yo contigo. Me gusta, eso sip, tu camiseta, pero no me atrevo a preguntarte, dónde la venden, me suena tan feo. Gol, equipo mío, mi madre me reclama: "pero y... qué ninguno metieron".
Timbré a mi amiga que cumplía años, y ella estaba algo happy, no porque sea del equipo rival, sino porque llegaba de hacer exámenes de la U, y pensaba quedarse atendiendo hasta bien entrada la madrugada, las llamadas de sus amigos, y estaba happy de tener tantos que la hayan recordado, a más de uno que otro ingrato, que no entiendo qué tiene que ver la gratitud con la memoria para los onomásticos, pero ella estaba, a más de las copitas ingeridas, algo entonada, pero sobria y con orgullo, y yo respondía gracias, como ebrio de gusto, haciendo suertes de representante nocturno de la humanidad.
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::: ¿En serio te pedí un gol, equipo mío? ¿En qué estaba pensando? Pensaba en una línea trazada por el balón que le llegaba al extremo zurdo y este la pasaba rasante hacia la zona del punto penal, donde asomaba raudo el volante pimentoso que metía bazuca con la diestra y la clavaba por el conducto airoso que entre piernas de nuestros y rivales, enceguecía al portero rival y obligaba a las huestes azules a no dejarse empatar ni aunque agarrasen un martillo y la matrequeen por el yunque auditivo. ¿Dónde queda aquello de que lo que tú piensas es lo que se realiza? Josevi, ya te he dicho que no pienses. Piensa en el lector.
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Tuesday, February 27, 2007
Incandescencia
“Todo el mundo está muy tenso actualmente” dice Frankie (frontman de The Darkness), “odio la arrogancia de las bandas que piensan que sus emociones mezquinas son interesantes. Si miras a las bandas de hace 25 años, la gente tiene sonrisas en sus caras".
Cuando un disco de recopilaciones interminables de mp3 llega a mis manos, suelo activar mi caja de ilusiones y palpitar porque en su contenido halle justo la canción cuyo título no sabía y su cantante ignoraba aún más. Esas tonadas que al momento de tararear, en lugar de sol subes el tono, y cortando notas, sale de tus labios un sonido totalmente distinto, y ninguno de tus oyentes pudo siquiera acercarse a atinar cuál mismo querías decir, entonces desesperas porque tu oído te jugó la lata en la voz. Es una canción vieja o poco difundida, la crees partida en dos e irrecuperable, no la escucharás en la radio, ni frecuentas los cds de tus amigos, y quieres creer que no es (fue) tan importante la ocasión o el par de veces más que la escuchaste, podría incluso haber sido un éxito y haber estado en boca de mucha gente como tú, pero desconoces cómo expresarla, únicamente sabes la manera de sentirla, de vibrarla.
Me pasó con decenas y podría tardarme varias líneas describiendo la sensación de reescucharlas tras un golpe de suerte, aquella duda entre soltarme a disfrutarlas o tratar de memorizar la letra para que el google me eche una mano con la búsqueda. Aquella ambigua magia del olvido de la información, hace algunos años, sin la red, era más desesperanzadora; aún así, todavía no encuentro en este siglo aquella vieja de Sir Mc Cartney, y aunque seguro de que fue su voz, no es ninguno de sus berreados éxitos.
Me pasó con decenas y podría tardarme varias líneas describiendo la sensación de reescucharlas tras un golpe de suerte, aquella duda entre soltarme a disfrutarlas o tratar de memorizar la letra para que el google me eche una mano con la búsqueda. Aquella ambigua magia del olvido de la información, hace algunos años, sin la red, era más desesperanzadora; aún así, todavía no encuentro en este siglo aquella vieja de Sir Mc Cartney, y aunque seguro de que fue su voz, no es ninguno de sus berreados éxitos.
Más complicado me supone encontrar la de The Auteurs, grupo inglés, antecesor del vocalista aguja de Black Box Recorder, Luke Haines (http://www.lukehaines.net/ http://www.lukehaines.co.uk/etc/ ) (aquella banda -bbr- causó polémica en gran bretaña, a finales del siglo pasado, porque uno de sus versos manifestaba Life is unfair/ Kill yourself or get over it' -algo así como: la vida es injusta, mátate o resuélvelo- con lo cual se la acusó de apologista del suicidio, a mí no me suena tanto así, más bien al contrario, pero gueeeeno, otro post será ese). Oki, esa está refundida, pero Mary Trini ya les suena a muchos, una de ella, creo de ella, que alguna vez versionó, o me gustaría que versione, ángeles del infierno, expresa climática algo con nuestra libertad en su coro. Qué encierro es aquel de la memoria, donde están los desaparecidos de mi mente, para darme una clave que me desate de aquella que sonaba en las tardes de principios de los noventa, como telón del programa radial de duval cedeño y raúl vilar, la cantaba Joe Arroyo, y tenía que ver con que “inocente siempre he sido (…) que no soy capaz de hacer esa maldad”. ¿Por escucharlo al joe, alargaba mis jornadas de radioescucha futbolero? El sonidista de cuando en cuando dejaba la canción por más tiempo de lo habitual largo; una vez casi la emitió entera.
He dejado de sintonizar emisoras y fue una línea de transporte la que me dio una inesperada repetición, luego de una década cuando menos, Emmanuel y J.L.Guerra hicieron hit en un mes de 1990: "Marqué tu número telefónico, no se cuántas veces, no se cuántas hoy…”, iba rumbo la oficina y debí bajarme del carro, a la mitad de la canción. Ignoro qué develo con esa cosa de la nostalgia, si el presente y este momento lleva consigo otras melodías, otras voces, otras letras, que seguirán poniendo su rayón en el ánimo de cada cual.
Y ante lo inexplicable procuro recurrir un redentor, que en determinado momento bien podría ser un yo mismo mentando una canción; en otras requiero de algo más abras(z)ador; en este caso le corresponde al padre de este blog, echar cabeza, mi querido Klaus Ribfjerg, me informa: HACE TIEMPO
Hace tiempo pensé solo de pasada en/ qué iba a ser de todas las cosas./ Las mañanas de verano daba el sol/ en el dorado mortero que había sobre la cómoda/ y debajo en el sótano colocaba mi padre el rastrillo en su sitio. // Cuando me levantaba por la mañana/ ya tenía los zapatos a mano,/ me lavaba/ me vestía/ desayunaba/ y me iba a la ciudad en bicicleta/ por entre los setos de los chalés. // Hasta lo que los otros consideraban feo/ me daba seguridad./ No había nada de horrible/ en el olor a cerdo que venía de Sunholm,/ y las nubes de polvo de tabaco/ de Augustinus y American Tobacco/ no hacían más que agudizar mis ansias/ de independencia adulta. // Al volver a casa dejaba la bicicleta/ en el pequeño patio,/ caminaba por la gravilla y entraba por la puerta del jardín. // Si había alguien en casa/ decía hola, / en otro caso simplemente cogía la comida/ (cinco bocadillos: uno de foei-grass,/ otro con salchichón, uno con mortadela,/ uno con manzana y una rodaja de pan blanco con queso)/ y me la comía. // A últimas horas de la tarde cuando ya habíamos cenado/ y oído las noticias por la radio/ (casi siempre estudiaba las lecciones por la tarde)/ solían venir uno o dos amigos míos. // Puedo recordar que una noche/ se me ocurrió de repente/ que un día me moriría. // Me quedé mucho tiempo en la oscuridad/ sobrecogido por una gran sensación/ y antes de dormirme/ pensé en las cosas que he mencionado en este poema/ y tuve la sensación de haberlas perdido ya.
Hace tiempo pensé solo de pasada en/ qué iba a ser de todas las cosas./ Las mañanas de verano daba el sol/ en el dorado mortero que había sobre la cómoda/ y debajo en el sótano colocaba mi padre el rastrillo en su sitio. // Cuando me levantaba por la mañana/ ya tenía los zapatos a mano,/ me lavaba/ me vestía/ desayunaba/ y me iba a la ciudad en bicicleta/ por entre los setos de los chalés. // Hasta lo que los otros consideraban feo/ me daba seguridad./ No había nada de horrible/ en el olor a cerdo que venía de Sunholm,/ y las nubes de polvo de tabaco/ de Augustinus y American Tobacco/ no hacían más que agudizar mis ansias/ de independencia adulta. // Al volver a casa dejaba la bicicleta/ en el pequeño patio,/ caminaba por la gravilla y entraba por la puerta del jardín. // Si había alguien en casa/ decía hola, / en otro caso simplemente cogía la comida/ (cinco bocadillos: uno de foei-grass,/ otro con salchichón, uno con mortadela,/ uno con manzana y una rodaja de pan blanco con queso)/ y me la comía. // A últimas horas de la tarde cuando ya habíamos cenado/ y oído las noticias por la radio/ (casi siempre estudiaba las lecciones por la tarde)/ solían venir uno o dos amigos míos. // Puedo recordar que una noche/ se me ocurrió de repente/ que un día me moriría. // Me quedé mucho tiempo en la oscuridad/ sobrecogido por una gran sensación/ y antes de dormirme/ pensé en las cosas que he mencionado en este poema/ y tuve la sensación de haberlas perdido ya.
Vuelve el bicho arrepentido, con las cosas subsiguientes
Y sea por copión, por picado o por triste, por estado sólido, gaseoso o bajada la marea y sufrida la resaca, este blog retoma los indicios, las cosas dichas y las patadurías. Que me fui sin saber por qué (no se haga, josevi, ud bien sabe que se marchó por andar de latiduras en el pecho y sonrisas en la memoria de las pestañas; y regresa porque le late igual el pecho y sonrisas en la memoria, pestañas, pero es distinto, es tan distinto que abruma, y por eso, a modo de catarsis, volverá a exponerse en la red, tamaño atún ud.), pero sin hacerle casos a los paréntesis vuelvo como si ni me hubiera ido, y es muy probable que solo los más fieles hayan notado mi ausencia. Sabe qué, señor(a-ita-es) lector (es), ya se me quitó el trauma, admito que cuando vi que todos en el gremio quisieron tener blog, hace nueve meses, yo no me quise quedar atrás porque pensé que sino ya no sería parte del gremio, pero más me estresé pensando qué mismo hacer en esto y al final ni me pareció muy divertido que se diga y posteaba menos aún, pero como ahora eso de agremiarme por fin no me importa, o sea hágale caso al paréntesis nomás. Además, hasta donde sé no hay gremio, jajajajaja. Los pensamientos son peligrosos, doño. A modo de reentré, me temo que para esta segunda parte de mi Cambio de siglo Gye, no tendré la colaboraciones de nadie, porque, primero, esos manes apenas me enviaron un par de colaboraciones a lo mucho, y otra, que... naaaa, jaja, me sigo llevando súper con ellos, pero andan ocupados (les late el pecho y la sonrisa en la memoria pestañea), no los molestemos. Ahí me las arreglo solito, caracho!!! :).
Como decíamos ayer... (yaaaaaa, no me venga con fray luis de león)
Como decíamos ayer... (yaaaaaa, no me venga con fray luis de león)