Tuesday, July 31, 2007
Día de Silencio
"Me voy a ir volando en las alas de una gaviota blanca, me voy a ir tan lejos que no voy a poder volver, quizás ni necesite alas o a la gaviota blanca, acosado abro los ojos y me dejo caer"
(Sambayé, Eduardo Gatti)
Este silencio está dedicado a mis amigos y colegas poetas jóvenes, en ausencia o presencia.
Tuesday, July 10, 2007
pOR ALGUNA RAZÓN NO PUEDO ESCRIBIR DONDE DICE TÍULO, ASÍ QUE MOLDEO EL TITULAR AQUÍ, DONDE SE PENSABA CONTINUAR LA SECCIÓN DE LOS TOCs, PERO HOY TENGO GANAS DE PONERLE NOMBRE Y APELLIDO AL POETA, cubano que hallé por casualidad en un stand, y no pude alejar su verso de la vista, así que para dejar de pensar en él, lo compré, venía dentro de una antología de poesía cubana hasta el siglo xx, y luego de curiosear sobre su vida en la 241 del Hotel Plaza, allá en camaguey, ciudad natal de Luis Suardíaz, que de él estamos hablando, y allá se hospedaba con reincidencia para quien sabe si por la ventana que da al sur, encontrar un nuevo texto que pulsar, él, yo, entre mis manos su poema, descubrí que en efecto no era casualidad sino una de esas hilaciones que invisibles tenemos alrededor de nuestras ideas, pero que son muy tangibles luego de atar un cabo a otro, porque resulta que él escribió un ensayo sobre las múltiples facetas de León de Grieff, el de medellín-colombia, al cual puse en el toc del mes pasado (04-06-07), y de quién le pedí a Luna que en su visita a antioquia me lo consiguiese impreso, es en ese nexo vanguardista-coloquialismo de Grieff- Suardíaz, el punto en común que bastó para recordar, y me tomo sus palabras, que "buscando un corazón/ con sangre de otro/ cuerpo,/gastamos nuestras armas/ sueño a sueño hasta/ llegar".
La poesía usualmente me sana lo mismo que me cachetea y reconforta, en ocasiones ambas acciones a la vez, quien sabe si ella sade o yo massoche.
Decíamos que Suardíaz -figura entre los fundadores del partido comunista cubano- fue además periodista, editor cultural del afamado Gramma, y como tal, parte intelectual de lo que se ha dado a llamar revolución; pero si vamos a revolucionarios, su palabra es mucho menos agresiva que Maiaikosky, en realidad él se ocupa de menesteres más cotidianas, porque el pedido de rectificación, de verdad dentro de esta mortalidad segura y ardua que es el ser, igual reside como en el ruso futurista (futurismo ruso que no coincidía tanto con el concepto del futurismo de principios de siglo xx liderado por Marinetti, quien fue abucheado por la gente a su llegada a aquel país -no me imagino ahora a la gente yendo al aeropuerto a abuchear a un promotor cultural, por muy ruptura del status quo que sea; sin embargo, sí es más concebible ahora la idea de ir a abuchear a la un equipo de futebol, curioso cambio de época- para cerrar el paréntesis y salirme del futurismo bolchevique, pues mostrar algo de lo que su manifiesto proclamaba: "Exigimos: La separación del arte y del Estado. La abolición del patronazgo, de los privilegios y del control en el terreno del arte. Basta de diplomas, títulos, encargos y grados oficiales". Y se terminaba diciendo: "¡Viva la tercera revolución! ¡La revolución del espíritu!"). Palabras y seres humanos.
Un fragmento de Hoy es todo el futuro, poema de Suardíaz (1935-2005) enuncia: ...no sin dolor aprendiste/ que más allá de tus manos/ y tus ojos, y aún sin ellos/ está la esencia cambiante/ de las cosas y que no hay arte/ mayor que descubrir, entre luchas/ y contradicciones, la desnuda verdad.
Así, os dejo con unos cuantos poemillas del cubano, quizá alguno de los lectores ya lo conocían, yo ni idea tenía de él, pero como todo enamoramiento fugaz y posterior discernimiento de los hechos y la aventura que se aleja, me quedo en la investigación de sus textos y quiero compartir algunos cuantos de ellos. Ta luego ;). (en el denominado Qué tendrá la princesa, pues resulta difícil no mentar -aparte de la idea expuesta en el mismo- aquel poema de Ruben Darío que nos enseñaron en la escuela primaria y armar el doblete coordinado).
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CURA DE CABALLO
Para que salga de su melancolía el animal
se le baña con ensañamiento
desde los belfos a la luna casi llena de los cascos.
Las ramazones, los guijarros trazaron gangilones desiguales
en el trapecio, la grupa, las coronas y en ellos entró con rapidez el foete.
Para que despeje los agrios olores del monte,
se le baña de norte a sur y se le aplica el fuego en sus dolores.
Es una ciencia aguda, una cura bárbara
que despliega una herida grande sobre las muchas heridas imprevistas.
Sus ojos de gente en agonía ven llover los ásperos remedios.
Para salvar al animal, para que vuelva entero a los peligros,
de nuevo a los arroyos, de nuevo a la rosa de los vientos.
Para que monte en pelo la aventura en su lomo, para que no haya lejanías
más duras que sus ancas.
La cura es un dolor desnudo y es un rayo
que alza en dos patas la bestia y le hace morder y cargar contra el viento.
La cura pone su galope en el vacío y una creciente espuma tibia
en sus ollares.
Para que se enderece el animal,
para que brillen sus ijares y vuelva entero a los caminos.
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QUÉ TENDRÁ LA PRINCESA
Lady D, con su hostigada boca de fresa,
se baña en la alberca fría de un día sin sol.
Los fotógrafos han seguido su rastro hasta Mallorca
-y el de su amiga, su doble de sonrisa mustia-
pagando, pulsando y prometiendo, y al fin
la toman, cuando duerme de espaldas, cuando cruza
o descruza las piernas, cuando bosteza
con aire de plebeya.
Buscan la foto millonariaque les permita veranear, vagar
entre supermercados y autopistas, beberse
el descanso de las cervezas enlatadas,
o su pinta de whisky contra el tedio.
Lady D, siempre acosada
por las impúdicas revistas del corazón,
desertora de sí misma, estruendosamente triste,
desciende al mallorquino cristal de las aguas,
al nirvana de no tener memoria,
y se despoja de su blusón azul.
Qué tiene, qué tuvo,
qué no tendrá nunca la princesa.
:
;
COMPARECE LAO TSE
La humildad no sellará
por esta vez mi boca.
También puedo leeren la corteza nueva
y en la piedra:
Arriba de los relámpagos
no hay un Padre que sufra por nosotros.
-------------Y el ruido tenue de la yerba
es toda la eternidad.
------------ Cada jornada consumida en el lujo
nos hace injustos.
------------ Lo que llamáis armonía,
serena dicha, equilibrio del bien,
¡oh, amados míos, llegará!
________ Mas, no con el azar
o los frutos silvestres.
------------ Avisad a los nobles
que su sangre es mortal.
:
:
PONTE EL ALMA
"Ya va a venir el día..."
(Vallejo)
Otra vez amanece
en mi fardo de deberes pendientes.
Porque hago cosas que no tengo
por qué hacer
pero que debo.
La historia, que es el ayer,
y que también es la vida,
me conduce y me asedia.
Y si pospongo
la trama del poema,
en beneficio de otras honrosas demandas,
puede ser para siempre.
Así lo denuncian
las flores secas
que un día
se dejaron tentar
por requiebros del viento.
Más le vale el canto
muerto de amor
que la prosa viva de deberes,
y los pulcros informes
y las cortesías.
Monday, July 09, 2007
el asunto es así. Viernes depre, acción, inacción, de vuelta acción, reacción devuelta y posteriormente revuelta en mi interior, escribí post en las primeras del sábado, lo publiqué aquí y me desperté a las diez mañaneras del mismo sábado con ganas de borrarlo. Borrado el Post, pero copiado en un mail, lo envié a la confianza de mi amiga para reportarle mi estado, y ella responde a secas y sin saludo: NO LO BORRES.
Y hago caso, ahora, cuando me disponía a escribir otro, esta vez sobre ayer, sí, primero reposteo el borrado, y no por simple obediencia, ni por creerlo imprescindible, que total nadie se desvive por su presencia; pero las tres palabras -y asumo la intención- de mi amiga es que ya no tema a mis propios sentimientos, sean estos del tamaño que sean, relevantes o no para un navegante, porque esos sentimientos son los que convivo y si una vez expresados voy a desdecir de ellos, pues entonces , estaría tapándole la boca a lo que de mí hay de expresivo y honesto, y señores, amigo perentorio que te ha dado por leer esto, más allá de la prudencia y consideración que todo ser humano debe tener respecto a lo que siente y lo que devela de sí mismo, no es correcto -por emplear un adjetivo que bien podría ser otro- tragarse la voz, no, niéguese, en serio, pues realmente resulta hasta puerco, cuando la saliva ya topo el suelo, tratar de reabsorberla. Lo sentido sentido está, no se arrepienta, joven, en todo caso, si es tan dado a la corrección, para la próxima trate de ser mejor, esmérese le digo, pero en verdad, de lo sentido no se desdiga, porque avanzar un paso para retroceder dos solo tiene sirve pa´ bailar. Chaz, chaz, chaz.
a petición de mim querida O2:
______________________________________________________________
LA CUESTA HACIA ABAJO Y LA CURVA POR ARRIBA
Y hago caso, ahora, cuando me disponía a escribir otro, esta vez sobre ayer, sí, primero reposteo el borrado, y no por simple obediencia, ni por creerlo imprescindible, que total nadie se desvive por su presencia; pero las tres palabras -y asumo la intención- de mi amiga es que ya no tema a mis propios sentimientos, sean estos del tamaño que sean, relevantes o no para un navegante, porque esos sentimientos son los que convivo y si una vez expresados voy a desdecir de ellos, pues entonces , estaría tapándole la boca a lo que de mí hay de expresivo y honesto, y señores, amigo perentorio que te ha dado por leer esto, más allá de la prudencia y consideración que todo ser humano debe tener respecto a lo que siente y lo que devela de sí mismo, no es correcto -por emplear un adjetivo que bien podría ser otro- tragarse la voz, no, niéguese, en serio, pues realmente resulta hasta puerco, cuando la saliva ya topo el suelo, tratar de reabsorberla. Lo sentido sentido está, no se arrepienta, joven, en todo caso, si es tan dado a la corrección, para la próxima trate de ser mejor, esmérese le digo, pero en verdad, de lo sentido no se desdiga, porque avanzar un paso para retroceder dos solo tiene sirve pa´ bailar. Chaz, chaz, chaz.
a petición de mim querida O2:
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LA CUESTA HACIA ABAJO Y LA CURVA POR ARRIBA
sabath 07.07.07 2:30 am
hey, el de hoy es un escrito medio decadente y bobalicón, no digas que no te advertí
Hoy recordé que quizá lo más interesante que he posteado para el público general fue cuando me dio por comentar sobre la expolibro del año pasado, mas desde allí me dediqué a hacer menjunjes intertextuales difíciles de leer quizá, y de interés privado de mío mí. "Es difícil leerte, josevi", palabras de O2, repetidas hoy viernes a la medianoche, en el macdonalds, donde espolvoreamos salvajemente azúcar, en compañía de su pelado, ...ese chico me cae bien, es de calidad. Cuando uno conoce a los enamorados de sus mejores amigas a veces es incómodo ( hey, desde ya digo que pese a que fui a la inauguración de la expolibro, no voy a hablar mucho de ello aquí, quizá otro día, hoy asistí en estado depresivo y la verdad no capté mucho detalle, más bien deambulé sin ver, sin observar, y una lata en serio haberme puesto así, porque en mi ofuscación, ni siquiera pude llegar a tiempo al lanzamiento de las conjeturas del Varas, apenas tuve chance de hacer la fila para la firma -habrá que conseguirle un brazo mecánico made in Stalislaw Lem para la próxima, jaja, ya no se daba abasto-. En todo caso, ya la berthis me recomendó los mejores cuentos, y en uno de estos días me doy a su lectura comprobatoria. Le tengo fe literaria al man, y probablemente no saldré decepcionado de lo que será su carrera. Enhorabuena ), pero el tema hoy es otro, decía que cuando conozco a los novios de mis mejores amigas, tengo la expectativa de que ellos sean tan agradables como ellas, y que con el tiempo lleguemos a apreciarnos; uno, porque así son más llevaderas y en confianza las salidas; y otra, porque ando medio escaso en el segmento de amigos varones, me he atiborrado de chicas, y bueno, hacen falta los camaradas también, que total mi fiel Boris -casi un hermano-, o sino mi jefe -casi un entenado, jaja, si leyese- no siempre tienen tiempo para mí.
Hoy la casualidad me hizo trabar conocimiento del de Hada, había quedado en verme con un rato, pero no coordinamos, y zas que a la salida del recinto ferial, noto una melena, algo desmelenada de la muchacha, sentada en una banca frente al río, cubierta ante mi vista del torso de un joven de corte cadete banderas, pero ándale, si voy a conocer al X, me dije. Así que me asomé a saludar, y bueno, joven serio, al que no pareció agradarle mucho la interrupción, y menos las confianzas de mi parte con su pareja, preferí no quedarme mucho tiempo, aunque mi amiga parecía estar algo divertida y aliviada con la casualidad, quizá para hacerlo rabiar, y así fijé cita con ella pa que yo la asesore buscando unos libros el sábado. Por alguna razón a las personas nos gusta hacer rabiar a nuestros seres queridos. Me despedí, el apretón de manos del chico fue ligero y su mirada esquiva.
Hada, no estoy diciendo que él me cayó mal, eh, solo que no fue candoroso, lo cual en realidad es su derecho. Además recordé eso de que te ha traido mucha paz, y dado que le da igual de risa que a mí cuando haces ese bailecito estilo aletas de pinguino y pones mirada de loca, pues, baaah, entonces ese man me cae bien, tonces. Basta conque te haga brillar el rostro y te desmelene, me basta. Al diablo si me llevo bien con él o no.
A qué viene la mención del tema (porque eso de andar diciendo que es porque quiero hacer miguitas con los novios de mis chicas, jaja, como que suena medio alternativo de mi parte, jajaja, por no decir muy gay, jaja), naaa, recuerdo que el boro me contaba que su pana manolo a veces se deprimía cuando veía parejas paseando por el malecón, porque él andaba sin nadie y esa sensación de desamparo lo aniquilaba, y bueno el boro trataba de ser paciente, pero también por ahí mismo le mandaba un tatequieto, porque qué es eso de andarse fijando en las fortunas otros para sopesarlas con nuestras propias carencias. Y yo estaba de acuerdo con el boro; en que si bien había que comprenderlo al manolo, pues tampoco había que ser muy condescendiente y debía zarandearlo un poco, echarle un buen carajo si llega el punto a la necedad. Mas, uno nunca está exento de esas percepciones que hacen de la vida una victimaria, y nosotros su mejor pelele donde clavar las agujas, y pues me dejé llevar esta noche de la amargura y a sentir que mi vida sin alguien de compañera es una cosa insulsa, una cosa indecente e impresentable, una verguenza en suma. Y en esos momentos, uno echa leña de donde no hay, y aunque escasee el gas, igual se las ingenia para poner fétido el pensamiento y a endilgarse culpas. Entonces, el meditabundo y melancólico que hay en mí, listo para asomar en cualquier descuido, me recordó lo poco eficaz que he sido para tantas cosas. Que desde porqué aún no tengo un pinche auto (porque en esas maravillas de la autolapidación y posterior autocompasión el no tener auto es de pinches) donde llevar a alguien sin que ella se pregunte cómo volverá a casa a esas horas, porque la joven en cuestión tiene miedo a tomar un taxi amarillo, no se diga un bus, hasta asuntos como el porqué yo aún no publico mi libro que lo tengo listo desde el 2005 y no me animo a sacarlo. Vice me lo dijo bien claro, y no lo refuto: por pendejo (creo que eso dijo, no toy seguro, pero la idea es esa) y me lo dice en la cara, como corresponde (de otra forma no sería mi amiga, por eso la quiero mucho).
La hago rabiar. Patiú me dijo algo similar la otra vez, cuando le di una visitadita al banco, sí, que le hago dar rabia porque sigo estando donde estoy. No hay vuelta que darle, uno es la reproducción de sus miedos. Uno de los mayores es decepcionar a la gente, y saben qué: las decepciono a menudo, es como si me esforzara en desconcertarlas, hablo de las personas que me conocen. Al resto, pues ni idea, no creo que gasten tiempo pensando en mis líos, pues no han de ser tan distintas a mí, y ciertamente no hay hora en que yo no me atiborre de josevis por aquí y por allá, sin notar al que está al lado, o pasando, o por ventura hablándome, etc. Es una lástima tanto ensimismamiento, los espejos no fueron hechos para enloquecerse, sino que lo diga narciso, si es que el lago lo deja.
Así, en estado down, crucé casi de rabo a cabo el malecón y zas que me vuelvo a topar con la berthis mientras ella sacaba dinero del cajero, y la esperaban eduardo, el avecillas, más acasito una chica muy guapa cuyo nombre desconozco y además hidalgo, creo que se iban a celebrar lo del lanzamiento, la verdad me hubiese gustado colármeles hecho el fresco, total cada que los he tratado me han resultado simpáticos y hubiese sido una interesante mesa donde quiera que la hayan ido a instalar, sip, habría sido un modo práctico de sacarme la depre; pero no, mi antisociabilidad siempre me traiciona y seguí deambulando por el camino, queriendo estar solo porque estoy solo. Ahora lo escribo y no entiendo mi actitud, pero no es la primera vez en que huyo del mundo, aterrado y a paso lento.
En un momento me senté y envié un mensaje, necesitaba descargar la presión, me dije: perdóname O2, pero debo anunciar que estoy triste desde la tarde. Ya me he prohibido enviar mensajes depres, pero a veces no lo soporto y la primera en recibirlos es O2, ella bien me ha advertido que le desagrada ser convertida en paño de lágrimas, pero el daño ya está hecho y prefiero la raya nueva al tigre que andar aruñándome en personas a las que no tengo acostumbrado. Podría incluso refugiarme en la valiosa Patiú, pero no me parece justo ajarle el weekend. Debo valerme por mí mismo, y si recaigo, pues que sea con O2 -debes reconocer que soy parte de tu karma, así como parte de tu felicidad-. Y por la dudas, un mensajito inofensivo para la Doctora. Ya en la metrovía, O2, pese a no tener mensajes, responde y me pide que vaya donde están ella y su novio. Yo en ese momento lloraba en la mitad del banco de la estación, acababa de ver a Daniel y su esposa comiendo pollo frito en el patio de comidas y no me atreví a saludarlo, pese a que necesito que me proporcione cierta información sobre teatro. Qué demonios está pasando, como en un trayecto desde el mercado sur hasta la estación de las peñas, termino llorando, tratando de contener el papelón de un hombre de mediana edad surcado en gotas por las mejillas, cómo he llegado a ese punto. Por qué, qué está sucediendo, josé vicente. ¿Qué es lo verdaderamente te molesta? Por que yo sé muy bien que no es celos, peor envidia, tampoco es pusilaminidad, pero tienes un aura cobarde que en verdad no entiendo y si me desdoblo, pues me desconciertas, josevi, qué rayos, qué rayos te has hecho para que llegues al punto de llorar esperando un tranvía, no es la primera vez, pero ahora pensé que era algo superado, pero de repente, diez y tanto de una noche como cualquier otra, te dejas vencer de tus miedos, de tu soledad, de tus dudas y ese señor que trata de no ver, lo nota, porque no puedes levantar la cabeza, la tienes engarrotada, y cierras los ojos para evadir la verguenza, pero dentro de ti sabes bien que en realidad te importa un chingo si alguien te ve en postura derrotada, que lo que verdaderamente no admites es que has agarrado la camiseta de perdedor como si fuese la de tus amores, y me niego a compartir esa desdicha, josevi, escùchame bien, y me da lo mismo que esto lo estès pensando o posteando, que se lo cuentes a gise romero o a quien quiera escucharte, a esta altura da lo mismo, porque te estàs haciendo daño y quien debe notarlo eres tú. Reacciona. Es la primera y última vez que quiero verte arrastrar los pies en el borde del río guayas.
Por un momento me diste verdadero miedo. No estás solo, oe. No lo estás. Convéncete de eso. O sea, no la soledad que te nubla, porque la otra, y de la que has disfrutado tantas veces, esa es constante, de hecho, y millones de filósofos lo sostendrán, somos entes solitarios, como una gota en el océano. No tengo que explicarte esa metáfora, más clara no puede ser.
(...)
Un par de mensajes, cambiaron mi ruta y la noche tuvo un final hormigueante (a ese par de pecesitos las hormigas se los van a comer esta noche, jeje). Luego, mi hermano César me abrió la puerta, una de la mañana, empiezan los encierros de san fermín, y este año, él y yo, no podíamos fallar para verlos. No sé que tiene de fascinante que los toros tengan en vilo a la multitud. Hemingway, que muchos dicen era un cobarde y mentiroso, por lo menos sabe bien qué es eso de tener astas bufando a la espalda y un pañuelo rojo como collarín. Entonces me puse a postear esto, porque me termina de hacer sentir mejor y un poco ridículo.
Nada como un buen ridículo para volver a la Tierra, planeta donde no todo marcha mal. Por cierto, esa chica gise lecaro, nada mal eh, una explosión de equívocos bañada en un caracter muy fuerte suavizado en candidez. En ese momento me acordé de... (sorry, no les puedo revelar el nombre de la chica del otro día, los otros días -hey, hey, no me vengas a decir que todo esto vino a propósito de que estás enamorándote again de alguien, y alguien nuevo- Santo dios, en serio que eres ridículo, josevi, en serio, oe!!! cha, que, cha que. Estás tomando el pelo acaso? De cuando acá la magdalena te poseyó? Me haces escribir una sarta de parrafería para concluir en esto? All you need is love, john lennon?? Ganas de patearte, diría beliccina). Je, ya pues, patea, dele, putea too. Jajajajaja -risas grabadas del auditorio, show debe seguir y también terminar-.
Monday, July 02, 2007
Alerta de inconsistencia
Lo más sencillo pareciera achacárselo al anárquico regente de nuestro sistema sentimentativo, pero el régimen de facto que sigue no es tan visceral como se cree, está alimentado de continuas reiteraciones y ejemplos entendidos en los que gusta relamerse, ya sea con las mismas personas de antaño, o supliéndolas con nuevas, pero repitiendo metódicamente las emociones y punzadas que ya nos hicieron mella en otras ocasiones. Como quien devalúa la moneda para tener mayor capacidad adquisitiva, conocemos a alguien y le aplicamos el mismo tratamiento sentimental, a sabiendas de dónde surcará hasta hacer bache la relación en ciernes, en cierre, en vías de construcción, en miras de planeamiento o en el mismísimo vacío. No le dé vueltas al mapa, es allí mismo, la misma falla geológica con otra dirección y tierras, pero el mismo temblor de camión pasando, que neciamente nos place. Hoy me acuso: Me place.
Alerta de inconsistencia. Zona protegida. Intrusos. Me hacía falta. No lo puedo negar. Pégame, marquesa hasta resquebrajar el corazón. Una fisura que me quite el susto y el tedio de haber dejado de estar enamorándome en el mezzanine. Allí, donde no hay piso cierto, donde lo oculto aún es coherente, donde nadie te creerá que tienes piso. Oh, vamos, me hacía falta, desalojo instantáneo y qué, bendito sea, no estaba muerto el hombre. Allí lo vemos salir del edificio, con el letrero Peligro a dos metros en la clavícula, sin saber si el palo sostiene al hueso o éste al palo, y el clavo dónde mismo está. Fisura, por una brevedad hasta la médula, pero gato viejo, ya creo gato viejo, abandonas el edificio con un garabato de sonrisa, deja en paz a la nena, al borde de la carretera pasa el camión que no te llevará y el run run se confunde con tu ronroneo.
Qué demonios, delicioso es el borde. Y la tentación de echar la siesta en plena línea blanca que divide a los que van para allá de los que vienen hacia acá. Tiembla. Tiembla el asfalto. Alerta. Veamos lo que pasa, curioso ser.
Friday, June 29, 2007
Turbulencias 30.6ª
O como dijo miguelito de quino, cuando vio que a más de él, mafalda tenía otros amiguitos, pues, como que de repente sentí una basurita en el ánimo. Y luego, camino a casa, trazada la caricatura, se me rompió el corazón. No encuentro otra manera de expresarlo y acudo a los términos de la ruptura. Fue inesperado y filoso. Un par de oraciones bastaron y adiós. No le hagas tener ilusiones. Lo has dicho a tiempo.
Qué hacer ahora. Talvez tratarte con menos delicadeza, hacerme antipático, alejar tus cándidas y acogedoras sonrisas y procurar lo estrictamente rutinario. Ser humano típico y consuetudinario, sí a propósito esa palabra tan larga, como para que ni te animes a mis complejidades, ya que ni a mis sencilleces diste cabida. Espantarte, con mi complejo reiterado de gasparín, espantándote tratando de atraerte.
No se hable más.
Sí, quiero hablar, me tortura el tema. Aunque darle acabose antes de que el cervatillo crezca, recomienden.
Hoy también llevo la contra.
De manos atadas, aniquilar, si acaso quiero demostrar que aprendí. Clausurar este incipiente tema, ahora en el tiempo adecuado, pese a la sorpresa de sentirme herido. Y tanto. En qué momento, amiguita, empecé a darle revoltijo a tu imagen, cuándo contruí esa escalera de insucesos, esa liana de incidentes fugaces, flamígeros. Por qué, si yo estaba advertido, coleccioné a escondidas cada pequeño gesto tuyo, por qué quise escarbar en tu tristeza y enorgullecerme de tus logros.
Dijiste no muy a tiempo, sin decir no, sin haberte sugerido nada, sin y sin, que en inglés es pecado, sin aspavientos, a más de este post que probablemente no leerás, porque no sueles interesarte en estas facetas mías, y porque siendo así, es difícil llevar acompasados nuestros espíritus a otro nivel, no se diga los cuerpos.
Hoy descubrí que me gustas y mucho (otra, otra vez????), y sin tiempo a reacción, Colón dijo "indias, yo conejillo, tú conejilla, esto no va aquí, bórralo del mapa" (tienes que admitir que eres muy miedosa para querer, no lo digo por mí, que al final no he sido capítulo en tu vida. Demonios, a que yo te sacaba unos buenos cuántos miedos, y de paso expandía tu sección de fantasías -ah, caramba, no malinterpretes, hablo de fantasías de todas clases, desde las más inocentonas hasta las más truculentas. Lector, sáquese el sexo de las ideas, ¡no todo es sexo en el nuevo viejo nuevo mundo!!- Hasta allí mis delirios de profesor. Debo ser honesto: no tengo cómo anticipar qué habríamos aprendido en caso de).
Y retomo el sexo imaginario, me lo pides lector, no, pero echado yo a perder, lo pierdo más, para no dejar cabos sueltos, para estropearlo y tornarme en el culpable, zafar el encanto, quitarme de encima. Envilecerme he dicho, sugiero entonces la imagen de tus piernas fuertes, el punto del obtuso. Esbelta 9 a 1, otra vez me sorprendiste hipnotizado en tu pancita, lo admito, fue incómodo, y por mucho que la tapaste, no quise retirar la comprensión de tu cuerpo. He estado excediéndome, alargando el trozo de mi rabia; alguna vez, cuando decidí fijarte en mis secretos tenía la consigna de la discreción, hay muchas circunstancias que me impiden exteriorizarlo, pero ahora había comenzado a excederme en los toquidos, en tu cabello limpio y de puntas suaves (te diré que no es tan común, mis manos que han tenido suficiente apreciación de los cabellos femeninos, lo confirman. Tantas hay que como decía mi pana: "eso no es cabello, eso es pelo y hasta generoso queda el término", pero tú, lo tuyo es suavito. Aaaaaah, y yo más fetichista no puedo quedar). Tu pancita, extrañamente, tu pancita también es generosa, prosaica, lo más parecido a la fascinación que tiene bru willis como boxeador fugitivo, en pulp fiction, respecto a la barriga de la mujer que ama. Quiero echarlo a perder. Ahora lo entiendo, nunca pude entender ese diálogo y ahora refulge. No tiene nada que ver con botero, no, es otro arte, porque el todo de ella es delgado, pero la panza sí es abrupta, orgullosa en ciertos momentos, casi mínima mientras te llevan los pasos, es la cosa más linda que he visto en una mujer. ¿Te confunde la dudosa coherencia con la que relato y tramo? Es que pretendo echar a perder la fascinación. Quiero ser de nuevo el hombre equivocándose, aquel cuyo ímpetu lo condena. Que yo trato así a todas las chicas, me excuso. Bah, no, señor josevi, es notorio cuando alguien te trastoca el corazón. Lo siento, fue evidente. Demonios, lo arruiné. Estás hiriéndote, lo sabes. ¿Estás hablando de la misma persona? Sentimentalmente has estado bastante extraño los últimos meses. Como un identikit policial, colocas lo de una y otra en el papel. Estás buscando, estás armando, estás figurando entre las sospechas, la más.
Entonces aseguro que no, que no estoy hablando de la misma persona. En este momento no quiero que nadie acierte, quiero hacer el truco de los tres vasos y la bolita, engañarlos, amigos lectores. No me siento bien, no logro sincerarme, solo alimento a un personaje. Me siento mal cuando todo se resume en: qué has hecho de tu vida, josevi. La incesante pregunta, el muro a vencer. Y la tierna esperanza, que curiosamente si la tuviera que humanizar, se parece un poco a ella. De allì el dolo, auméntele la R nomás.
Me siento bien cuando la conclusión es un carbón arrimado tras oraciones y oraciones. Las más me siento bien, es la R la adictiva y figurona. Ejemplo: Brrr. Grrrr. Ar, er, ir, (no siga, no siga, cállese, que no se da cuenta que...) y OR, UR ...Sr., basta, vaya a recostarse. Es suficiente. No se haga más daño. Ha dicho que se siente feliz cuando el carbón, si el carbón, observe:
En esta línea recojo todos mis cachivaches con su esencia y me quedo sin palabras, presentimientos ni revelaciones. ¿Y si pones la mejilla apenas más arriba, miquinito?
Monday, June 25, 2007
Sigue y se mueve, entonces choca
Mi intentona de evadir mis responsabilidades otra vez me dio en la bemba pálida. Repito, las hay sin duda, pero pocas cosas tan desagradables como faltar a la palabra por situaciones ajenos a nuestro control. Quiero decir, por qué, señor, si en mi casa siempre ha funcionado tan bien lo del herrero y su cuchillo de palo para el hogar, por qué, insisto, si quería tener una excusa cómoda para no postear de aquí hasta entrado el verano, a mi hermano, del que dicen nunca menciono, y que es experto en compus, se le ocurrió reparar con presteza las de mi casa, máquinas de las cuales yo ya me imaginaba libre, pero que otra vez funcionan al dedillo, tanto así que si aplasto con el anular la l, aparece la l en la pantalla, entre otras muchas cosas que la tecnología puede realizar, por qué, señor, si esta semana sin chatear en el messen, la pasé mu bien, por qué me pones otra vez y tan de repente, la tentación de hacerme chata las ancas, qué me importa si no soy caballo o rana principal, qué bien me sentí alejado de la compu todo este escaso tiempo, pero tú, Señor, que todo lo dominas, lo entreveras, ordenas y urdes y motivas y tantas y, has dispuesto que mi eficiente hermano por esas buenas de tu propio dios, también muestre sus dotes en mi casa, sin que se le insista como siempre hay que insistirle cada vez que ha colapsado el CPU, cada vez que se apaga abruptamente el monitor. No, esta vez apenas demoró un domingo en dejarlo todo reparadito. Lo cual se le agradece, sin duda. Es solo que me deja sin excusas. Pero bueh, que total nadie me obliga a estar aquí tipeando. Qué total tengo albedrío. Que hasta en estas minucias, oh Lord, no quieres que me ponga malcriado ni perezoso. Acato entonces tu voluntad, como lo hizo Zacarías cuando confirmó que el nombre de Juan es Juan, e inmediatamente volvió su lengua a tener vibración, y la boca a emitir voz, palabras, orden, devoción, vida.
Oh señor, que lapidas al temeroso y al valiente suavizas el contacto de la piedra, tomo la ruta de tu viento, el brío de tu brazo y recorro el aire para crujirme contra la piel de ese valiente hacia el cual me arrojas. Que los hijos reciban a los hijos y que el espíritu sea el que venza en los intersticios de tu creación, y todo esto, decía el manual, hasta la enésima descendencia.
A partir de allí, el laúd hace su parte con algo de estrépito ante la impericia, pero con regocijo ante la soledad.
any coment
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"Me ha pasado antes, pero no por ello deja de ser"
(Contestación de Agathar, en el momento que Herr Amogawa descubre su cuerpo envenenado pero aún conciente, y pregunta sin esperar respuesta, pero la recibe -si bien la segunda parte es apenas un resoplido intelegible-).
Tan afecto a los pensamientos retenidos y no expresados, salí de la librería con la angustia de haberlo dejado en el estante y la posibilidad de no volverlo a hallar. Las posibilidades también decían, incluso me sacaban un algorritmo y con el puntero enfatizaban los márgenes de error, que la edición de bolsillo de aquella antigua colección podría permanecer en su puesto por mucho más tiempo que mi temor. Afecto también a mis temores no tardé el semestre prometido y regresé al almacén mucho antes de lo planeado y allí estaba, con el tono envejecido de sus hojas, pecas de un tomo abandonado junto a cientos de su condición, y que yo me dispuse a cancelar en caja; acción que solo tomaría noventa centavos de dólar.
Wenceslao no la tendría sencillas con tamaño nombre, pero queda bien en la cubierta, y el título no queda menos: El hombre que compró un automóvil (1942). Qué pedazos brillantes de absurdos que contiene, y una que otra carcajada me ha sacado, cuando voy por la mitad de su recorrido peatón, Fernández ya me había conquistado con el prólogo prosaico, que más es una justificación aventurada, y yo que no me dejo conquistar por los prólogos, porque a veces les da por adelantarme a los hechos que no quiero enterarme, así como uno no quiere enterarse que le irá mal con esa man, aunque todo lo es propicio para que acontezca asá, pero no, no, uno quiere ese primer capítulo que arranca ya en tercera de cambios.
Díaz, si bien recuerdo es el personaje principal, es un hombre sorprendido en adultez, que hasta la fecha, vaya ud a saber porqué, no se ha comprado un coche. El cruce de una avenida concurrida lo deja atrapado en un parterre, donde encuentra otro peatón, con quien decide acampar en el sitio ante la imposibilidad de cruzar el resto de la avenida, so pena de morir arrollado. Que la vida sin auto no es vida, coño. Que esto no lo dice el personaje, que aunque vive en madrir, no tiene mayor modismo castizo, enhorabuena por él, que hay que tener cojones, es solo que me he acordao de la patiú y la forma en que sizea la lengua para dejarlo todo tan majo, hostias de españolito el acento, como que iba a ser ella migrante algún día. Pero, hombre, que no te alejes del tema, sigue contando sobre el libro. Y bueno, decía que allá en un madrid atemporal, el tal Díaz salva su pierna de ser devorada por los peatones gracias a su amigo Garcés que de casualidad ha pasado por el lugar.
Que los peatones son una caterva de bárbaros, mientras que los conductores comprenden la civilización, y en cierta parte, mientras lo llevan de aquí allá al pobrerele del Díaz, para convencerlo de que se compre un carro, porque cada vez que confiesa cándidamente que no, que no tiene vehículo, lo miran con desprecio quienes antes lo miraban con atracción y luego con soberana lástima para que entonces la compasión los incline a ayudarlos a ser como ellos, él, Díaz, aprende cómo insultar a los choferes que pasan por su ventanilla porque el conductor del coche donde va sentado no se da abasto, ya que tiene que ir batraciando a los que pasan por su izquierda. Porque esa es la norma y hay que ser respetuoso de la norma. Bergante, imbécil, etcéteras culebrescas y sapos que afortunadamente el diccionario le ayudó a cultivar, decía, porque ya se le hacía feo y poco culto utilizar siempre el mismo insulto ramplón en cada manejo. Pero no nos alejemos tampoco del tema, nada de aludir a nuestro presi correoso, que El hombre que compró un automóvil tiene otros capítulos interesantes, como por ejemplo cuando Díaz recibe la visita del consesionario, y este le enseña un manual donde están todas la técnicas y frases para convencerlos a comprar, y nuestro héroe las recibe todas, pero ni aún así logra ser convencido y se aflige porque siente que hace perder el tiempo y el prestigio de su vendedor, y aunque éste no muestra señas de desesperanza, igual Díaz siente que ha fallado porque no logra sentir el deseo de comprarle un carro y le pide que se quede a vivir en su casa, y el vendedor acepta sin reparos y conviven, pero la única comunicación entre ellos es el repaso de lo que dice el manual del buen vendedor. No hay entre ellos más palabras que no sea la posible transacción y cómo lograrla.
En otra episodio, Díaz toma un tren, y bueno se enamora en un rato, y ella es como ud imagina (no hay descripción ni acusación, ella es simplemente como ud imagina, el prólogo ya no advirtió que ya se ha escrito mucho sobre esos temas románticos, así que simplemente lo omite) y bueno, están en un tren de pasajeros, donde todos están apretados, pues aunque todos quieren tener un auto, no todos pueden tenerlo, o no siempre pueden tenerlo a disposición, aunque lo ideal sería no bajarse nunca de uno, como demuestra alguien en un episodio anterior. Chíngole, ese capítulo es tremendo, están tan apretados que todos se alegran cuando alguien se baja, y se apresuran en echarle el equipaje de Díaz, la chica y la mamá de la chica, a la tierra, y les echan maleta tras otra que lanzan más de las que correspondían, pero es lo de menos, con tal que se bajen. Y úfale, se desenlaza la historia romántica con la chica, y luego de ello aparece momentáneamente el jefe de Díaz, en este rincón perdido de España, no, no, ese párrafo me encanta, no les cuento. Caramba, ya me dieron ganas de agarrar el libro. Si no es molestia, voy a seguir leyendo. Ya tengo localizado otro del mismo autor, quiero ver cómo se las arregló, si baja el nivel o lo estabiliza, me podrán decir, ciñéndose a la historia y a los que marcan el prestigio de tal o cual, que Wenceslao Fernández Flórez es un segundón de la literatura universal, pero chíngole, cómo lo he disfrutado, es un sinverguenza que sabe lo que quiere. O me ha birlado o coincide con mi sentido de lo trascendente que hay en lo superficial y de apariencia vana.
"En nuestros días son muy pocos los hombres y las mujeres que se enamoran, si se enamoran guardan el mismo bien educado silencio que cuando se indigestan. Si se atreven a contarnos sus sentimientos, nos aburren. En cambio hay innumerables personas que ambicionan un coche, e innnumerables que lo tienen ya. En la vida de todo el mundo el automóvil es una preocupación. Antes hablábamos de la sensibilidad de los corazones; ahora, de la marca de los carruajes que han comprado los seres que nos interesan". W. Fernández Flórez, fragmento del prólogo de El hombre que compró un automóvil.
No es importante en verdad leerlo como si fuese una verdad. Entonces.. Ah, entonces.
Ta luego
Friday, June 22, 2007
Quemados
¿Era un juego nomás? La pregunta aplica para el motivo que quieras. Hay tanto de juego en cada motivo, cada suceso acontecido, la redundancia de concepto es otro juego asì como la piedra tropezada again y again. Y again y again te digo, a ver si terminas el curso de inglés.
Nada, mis compus están quemadas y no me entusiasma postear desde el trabajo, como hoy, asì que si mi frecuencia era dudosa en este blog, pues ahora mínimo dos semana tendrán de reposo estos post. Claro que con lo desviadón del dharma que soy, diciendo que voy y al final no voy, y luego cuando parecía que no sí y que sí no, y no de nones, ya no vas, pero sipo éntrele nomàs, pues no sé cuándo vuelvo en post a tomar la posta de mis días que no siempre les cuento pero siempre tengo ganas.
A ver, en todo caso, presumo que por estos días se resuelve qué misma dirección tomarán mis maullidos con la doctora, y explicaré porqué como que se me está decepcionando el asunto, cuando ya andaba queriendo poner ímpetu. Este sábado sesión de fotos. Otro asunto es que no sé cuando mismo me suben el sueldo y alguna vez me dije que cuando por fin lo hagan yo me marcho de aquí. Mi trabajo es como todo, me gusta pero me aburre. No me da gran prestigio esto de ser corrector y por eso le tengo mucho afecto, aunque suene raro, pues esto de ser como la ruedita quinta del coche, y durante ya cinco años, o sea la gear que pasea la mayor parte del tiempo, ciertamente me mantiene centrado y observador de lo realmente importante. Claro que andar de fisgón de lo primordial me tiene estático, punto de compás. Y mientras mi panas parecen tener grandes progresos profesionales, pues yo sigo siendo básicamente el mismo, y si bien, debo confesar, eso de seguir siendo lo mismo no me molesta en sí; en no es una verdadera falta de ambición. Y bueno, el caso es que debo irme de este periódico donde trabajo, y ayer estaba pensando mientras iba a un concierto, chuzo, a más de escribir, qué puedo hacer. Se me ocurrieron algunas cosas. Pero bueh, ahora no tengo chance de contar, el boro me anda apurando, ya toy de salida.
Para la siguiente veamos, hasta tanto, espero que Hada no se enoje conmigo por mi falta de letras, y que la vice me extrañe, aunque ya no comente (pero bien que se cabrea cuando no la comento, eh, naaaa. Lo sé, oyip, vice, lo sé, mi amiga). Abrazo, ya mismo vengo.
Nada, mis compus están quemadas y no me entusiasma postear desde el trabajo, como hoy, asì que si mi frecuencia era dudosa en este blog, pues ahora mínimo dos semana tendrán de reposo estos post. Claro que con lo desviadón del dharma que soy, diciendo que voy y al final no voy, y luego cuando parecía que no sí y que sí no, y no de nones, ya no vas, pero sipo éntrele nomàs, pues no sé cuándo vuelvo en post a tomar la posta de mis días que no siempre les cuento pero siempre tengo ganas.
A ver, en todo caso, presumo que por estos días se resuelve qué misma dirección tomarán mis maullidos con la doctora, y explicaré porqué como que se me está decepcionando el asunto, cuando ya andaba queriendo poner ímpetu. Este sábado sesión de fotos. Otro asunto es que no sé cuando mismo me suben el sueldo y alguna vez me dije que cuando por fin lo hagan yo me marcho de aquí. Mi trabajo es como todo, me gusta pero me aburre. No me da gran prestigio esto de ser corrector y por eso le tengo mucho afecto, aunque suene raro, pues esto de ser como la ruedita quinta del coche, y durante ya cinco años, o sea la gear que pasea la mayor parte del tiempo, ciertamente me mantiene centrado y observador de lo realmente importante. Claro que andar de fisgón de lo primordial me tiene estático, punto de compás. Y mientras mi panas parecen tener grandes progresos profesionales, pues yo sigo siendo básicamente el mismo, y si bien, debo confesar, eso de seguir siendo lo mismo no me molesta en sí; en no es una verdadera falta de ambición. Y bueno, el caso es que debo irme de este periódico donde trabajo, y ayer estaba pensando mientras iba a un concierto, chuzo, a más de escribir, qué puedo hacer. Se me ocurrieron algunas cosas. Pero bueh, ahora no tengo chance de contar, el boro me anda apurando, ya toy de salida.
Para la siguiente veamos, hasta tanto, espero que Hada no se enoje conmigo por mi falta de letras, y que la vice me extrañe, aunque ya no comente (pero bien que se cabrea cuando no la comento, eh, naaaa. Lo sé, oyip, vice, lo sé, mi amiga). Abrazo, ya mismo vengo.